MEDIANOCHE

Me dolía el pecho de impotencia... Y a la vez sentía felicidad. Cuando todos estaban durmiendo yo aún desvelada. Busqué tu foto, champagne y dos copas de cristal. Las llevé a mi habitación, cerré la puerta, puse música y mientras me desvestía serví champagne. Almohadones en el suelo y me senté. Sé que no tomas, pero mirando tu foto propongo un brindis: nuestra felicidad. Entre trago y trago acaricio la copa, miro el fondo cada vez mas cerca. Se ve rojo como la sangre. El champagne es de fresas... Miro las burbujas...Puedo ver tus ojos otra vez, sigo extrañando. Cae una lágrima dentro de la copa, son dos, ahora tres y se confunden entre el rojo. Bebo mi copa, bebo mis lágrimas y vuelvo a servir. Recorro con una mirada el cuarto y me encuentro sola, pero amándote. Miro la hora y el teléfono, mis duendes lo saben. Esta copa va por vos, por las ganas de estar juntos... Acaricio mi pelo y pienso. Sigo escribiendo. Pasados 46 minutos de la medianoche sonrío por vos... Es tan bueno sentir este amor tan puro ... La copa duerme en mi pecho, pero no está vacía. Mis sentimientos duermen en mi corazón, pero no son los únicos. El champagne se termina y el último deseo va por vos. Sí, ya sé , el champagne no nos gusta (no te gusta a vos, ni me gusta a mí) pero la ocasión requería algo mas que especial, lo mejor. El último deseo es tuyo. Pedilo. Dale. Te cedo el paso. Apurate, queda el último trago... Listo ? Por vos mi amor... La copa está vacía... Tu foto sigue intacta. Y tres gotas rosadas caen por entre mis pechos...Entre mis pechos, sedientos de tus manos.

**** Este poema lo escribí en Julio de 2002, es increíble el respeto que puede ganarse una foto, que se gana y nunca pierde... Una foto, una foto que ve mis pasos, que conoce mis días y podría revelar todos mis secretos. Afortunadamente aún no hay forma de hacer hablar a las fotos, que en medio de la noche, bajo algún efecto de luz pero sumidas en lo más oscuro de algún cuarto ( como el mío) son testigos de una incurable fantasía****